Más allá del aceite de oliva: las maceraciones
Más allá del aceite de oliva: las maceraciones
Ya hemos hablado de las maravillas del aceite de oliva y de cómo escogerlo. Pero nosotros hemos querido ir un pasito más allá y convertir nuestro aceite de oliva en un producto medicinal que transformará cualquier plato en una auténtica bomba de salud. Por eso, hemos combinado nuestros aceites con algunas hierbas y especias con propiedades medicinales.
Macerar especias con AOVE es una de las actividades más inteligentes que podemos hacer en casa. Pero si, como tantos de nosotros, vamos faltos de tiempo, siempre podemos optar por comprar las maceraciones ya preparadas.
¿Cómo macerar en casa?
Macerar es muy sencillo; solo necesitamos tener un aceite de buena calidad y escoger aquellas hierbas o especias que queramos incorporar y de las que nos queramos beneficiar. Es importante asegurarse de que las especias que utilicemos estén bien secas, porque, si no, se pueden formar hongos o mohos y pueden acabar dañando el aceite.
El tiempo de maceración depende de las especias, pero en general lo óptimo está entre las 3 y 4 semanas, en un lugar con temperatura estable y sin luz directa (ni del sol ni de otras fuentes).
Nuestros 5 aceites macerados o aromáticos:
- Aceite picante, para acelerar el metabolismo: el picante tiene muchísimas propiedades para la salud y sus beneficios principales se deben a la capsaicina. Entre ellos, sobresale su poder digestivo, ya que estimula la producción de saliva y jugos gástricos, tiene un efecto ligeramente laxante, aumenta el metabolismo y tiene efecto antibiótico. Prueba a utilizar el aceite picante sobre una pizza casera, un bol de hummus de coliflor o una buena carne.
- Aceite de orégano, el mejor antiséptico: el orégano, además de ser perfecto para aromatizar platos, es una planta medicinal muy potente. Destaca especialmente por ser un gran antiinflamatorio natural y por tener propiedades antisépticas y antibióticas, útiles sobre todo en afecciones respiratorias y en tratamientos como el SIBO. Prueba a incorporarlo sobre carne, pescado azul o unas patatas asadas.
- Aceite de ajo negro, más potente que el ajo común: sabemos que el ajo convencional es muy beneficioso para la salud, pero el ajo negro es aún más rico en nutrientes e ideal para los que no toleran el ajo normal o les repite. El ajo negro es más dulce, tiene una textura suave y es más digestivo que el ajo crudo. Además, como está fermentado, sus propiedades se ven potenciadas. Es muy rico en vitamina C, polifenoles, es un buen antibiótico natural, un gran antiinflamatorio y regula el sistema inmunitario y es expectorante. Queda increíble con verduras, carnes y pescados.
- Aceite de romero, el más antioxidante: este se va a convertir en tu aceite preferido. El romero previene la oxidación del aceite y reduce de forma significativa la producción de compuestos problemáticos que se pueden formar al cocinar a temperaturas elevadas. Si añadimos romero sobre el aceite mientras salteamos algún alimento, aumentamos la estabilidad del aceite frente a la oxidación. Además, es antiinflamatorio y tiene un gran efecto restaurador sobre el hígado y la vesícula biliar. Es ideal para acompañar cualquier tipo de plato, pero queda especialmente bien en caldos, legumbres, pescados y carne.
- Aceite de limón, el más rico en vitamina C: el aceite de limón es fresco y aromatizante. De nuevo, es un aceite con muchos beneficios, aunque brilla especialmente por su poder antiinflamatorio y antioxidante. Quizá parezca el más sencillo de preparar en casa, pero no lo es, porque no se elabora con zumo de limón sino con cáscara y aceite esencial. Queda fantásticamente bien en una ensalada, sobre una tostada con aguacate o en un buen pescado al horno.
¿Con cuál te quedas?
En nuestra tienda encontrarás todos estos deliciosos aceites macerados para que los tengas en la cocina y adquieras fácilmente el hábito de utilizarlos para cocinar; así te aprovecharás de cada uno de los beneficios que nos aportan.