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Melva, la alternativa saludable al atún

conserva de melva

Comer pescado azul tiene que ser una prioridad. Es una proteína de alto valor biológico y aporta los apreciados ácidos grasos esenciales omega-3 en forma de EPA y DHA.  Además, contiene vitaminas del grupo B, A, y D y minerales como el selenio, el fósforo, el yodo, el potasio, el zinc o el hierro.

El gran desafío de hoy en día es la contaminación del mar, concretamente del mercurio que se acumula en los músculos de los pescados azules. Hay que tener claro que el mercurio es un elemento que se bioacumula, por esta razón, cuanto más grande sea el pescado, más mercurio tendrá.

Este metal pesado se acumula en el organismo y afecta al sistema nervioso con el tiempo. Debido a su naturaleza lipofílica, atraviesa la placenta y la barrera hematoencefálica, afectando principalmente al sistema nervioso central en desarrollo. Esto hace que el feto, los niños pequeños y las mujeres embarazadas sean los más vulnerables. Además, se han observado efectos en la ganancia de peso, por alteraciones del riñón, el sistema nervioso, el sistema inmune y  los sistemas reproductores.

Las especies más comprometidas son los grandes túnidos, como el atún rojo, el emperador y el pez espada, tiburón como el cazón, la tintorera, el marrajo, la mielga o la pintarroja y el lucio. Y no solo por el mercurio, sino por otros metales pesados como el cadmio, el plomo o el arsénico y las dioxinas, los que generan el temido efecto cóctel de tóxicos y pueden afectar el sistema nervioso central.

Las organizaciones que velan por la seguridad alimentaria, como la EFSA, no se la juegan. No solo se han vuelto más prudentes con la población más sensible, como las embarazadas o los niños, sino también con la población adulta. En consecuencia, la recomendación de cantidad y frecuencia de consumo se han reducido notablemente. 

Por ejemplo, si consumimos un gran túnido, no deberíamos volver a consumir otro en al menos 15 días. La cantidad máxima recomendada es de entre 250 a 400g al mes, que son 2 raciones mensuales de grandes túnidos frescos. 

Los niños entre 10 y 14 años no tienen que superar los 120 g al mes y, las embarazadas y los menores de 10 años,  no deberían consumir nunca este tipo de pescado. Hasta el 2019, el límite de edad se situaba en los 3 años, para que os hagáis una idea de cómo ha ido aumentando la contaminación en el mar.

Es muy habitual encontrar información que explica que el problema está en el atún rojo y no en el atún blanco que consumimos nosotros. Es  cierto que una lata de atún de 30 g no tendrá mucho mercurio, pero no se está teniendo en cuenta la frecuencia de consumo. No solo se trata de la cantidad por lata, sino otra variable, cuántas latas comemos a la semana. 

Y para ser honestos, hay que reconocer que el atún en lata todavía es un básico en las despensas de muchas personas y que lo consumen de manera muy habitual. Incluso a diario, como recurso fácil para completar una ensalada, rellenar un bocata o con pasta o arroz.

¿Qué es la melva y por qué es una mejor opción que el atún?

La melva es un pescado azul de la familia del atún, pero mucho más pequeño. Este pescado azul puede pesar entre 500 g y 1 kg, mientras que el atún o el bonito son más grandes.

Por tanto, la melva, al ser más pequeña, se convierte en una excelente alternativa saludable ya que acumula muchos menos tóxicos y además tiene un sabor mucho más delicado.

A continuación, te mostramos las principales diferencias entre estos 3 pescados azules: 

MELVAATÚN ROJOBONITO
Tamaño500 g – 1 kg30 – 300 kg8 – 9 kg
Contaminación por mercurioBajaAltaModerada
SaborSuave y delicadoMás fuerte que la melvaSuave, pero más intenso que la melva
Versatilidad en la cocinaAltaAlta Alta
Recomendado para su consumo frecuenteSí, recomendadoLimitado por la EFSACon moderación

El bonito se sitúa en un punto intermedio entre el atún y la melva. Aunque contiene menos mercurio que el atún, su tamaño mayor hace que su carga de metales pesados sea superior a la de la melva.

Por estos motivos, la melva es una de las mejores opciones para un consumo frecuente y seguro de pescado azul. Además, es muy versátil en la cocina y la podemos añadir a ensaladas, pizzas, huevos rellenos, encima de unas tostadas…

¿Por qué evitar las conservas de melva en aceite de girasol o aceite de oliva?

Si bien la melva es una excelente opción dentro de los pescados azules, no todas las conservas de este producto son iguales

En la mayoría de supermercados, las conservas de melva suelen encontrarse en aceite de girasol refinado o aceite de oliva a secas. Dos opciones poco recomendables desde el punto de vista nutricional.

Aceite de girasol en conservas: por qué evitarlo

  • Alto en omega-6: un consumo elevado de ácidos grasos omega-6 sin suficiente omega-3 puede favorecer la inflamación en el organismo.
  • Baja estabilidad: se oxida rápidamente cuando se expone al calor, la luz o el oxígeno, perdiendo calidad y pudiendo generar compuestos no deseables.
  • Menos beneficios nutricionales: durante su refinado, el aceite de girasol pierde antioxidantes naturales y otros compuestos beneficiosos.

Aceite de oliva en conservas: por qué evitarlo

  • Aceite refinado: durante su elaboración pierde todos sus nutrientes;  antioxidantes, vitaminas, compuestos fenólicos, sabor y aromas naturales
  • Solo contiene un 10 – 20 % de aceite de oliva virgen o virgen extra para darle sabor y aroma
  • Aceite mucho más oxidado y más inestable a la oxidación que un aceite de oliva virgen o virgen extra

Aceite de oliva virgen extra (AOVE): la mejor opción

  • Rico en antioxidantes y polifenoles, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y protegen la salud cardiovascular.
  • Mayor estabilidad frente a la oxidación, preservando mejor las propiedades del pescado.
  • Sabor y aroma superior, realzando el perfil gustativo de la melva sin enmascararlo.

Cuando eliges conservas en AOVE, no solo disfrutas de un producto más sabroso, sino que también apuestas por una opción más saludable y natural. 

En Como Como Foods, nuestra melva se conserva exclusivamente en aceite de oliva virgen extra, asegurando calidad y beneficios nutricionales en cada bocado.

¿Cómo disfrutar la melva en la cocina?

La melva es un pescado azul muy versátil que puedes incorporar en numerosos platos: ensaladas frescas con aguacate y frutos secos, tostadas con tomate y AOVE, pizzas con base de tomate y aceitunas, huevos rellenos con melva y mayonesa casera o platos de pasta con un toque mediterráneo. ¡No hay límite, hay muchas opciones!

Además, nuestras conservas de melva se presentan en tarro de cristal, un envase seguro y libre de BPA. 

Y por si fuera poco, también puedes utilizar el AOVE de nuestras conservas en otras recetas para no desperdiciar ni una gota:

  • Para preparar mayonesa casera, aportando un toque de sabor único.
  • Como aliño para ensaladas verdes o ensaladas de pasta.
  • En tostadas con filetes de melva, una combinación deliciosa.
  • Para dar un plus de sabor a huevos rellenos o verduras al horno.
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