La historia de la kombucha se remonta a hace más de 2.000 años en Asia y hace unos pocos se popularizó como la bebida de moda en el mundo healthy. A día de hoy, esta moda ha traspasado el mundo de la salud y ha entrado ya a formar parte de las cestas de la compra de prácticamente cualquier persona.

La kombucha es una bebida fermentada de origen oriental que se obtiene a partir de la fermentación de té verde o negro junto a azúcar y una colonia simbiótica de bacterias y levaduras llamada SCOBY.

La kombucha es conocida como el “té de la inmortalidad” y es muy rica en vitaminas, especialmente las del grupo B y la C, además de ser rica en enzimas y minerales, tener propiedades probióticas y mejorar el proceso digestivo en general.

Para elaborar la kombucha, lo primero que se hace es infusionar el té y después este se endulza con azúcar. Posteriormente, una colonia de microorganismos, levaduras y bacterias se encarga de comenzar la fermentación. Durante el proceso de fermentación, los microorganismos se alimentan del azúcar y lo descomponen. Esto produce algunos compuestos, como los ácidos orgánicos, muy interesantes para la salud. Algo imprescindible para obtener una kombucha de calidad es dedicarle un largo tiempo para que la fermentación se lleve a cabo de forma correcta. A mayor tiempo de fermentación, menor cantidad de azúcar y más formación de compuestos beneficiosos para nosotros. Esto también se notará en el sabor; si tomas una kombucha de sabor muy dulce probablemente ha pasado un tiempo bastante corto de fermentación o se le ha añadido azúcar a posteriori.

Los principales beneficios de la kombucha

La kombucha tiene muchísimos beneficios para la salud, así que tomar de forma habitual nos ayuda en muchos aspectos:

• Tiene efecto probiótico, por lo que nos ayuda a regular la microbiota.
• Nos ayuda a digerir mejor los alimentos, así que puede ser una buena idea incluirla antes de las comidas.
• Tiene propiedades energizantes, así que también puede ser una muy buena alternativa para personas deportistas.
• Nos ayuda a desintoxicarnos, porque contribuye a que nuestro órgano emuntorio por excelencia, el hígado, trabaje mejor.

• Colabora en reforzar el sistema inmunitario, gracias a su capacidad antioxidante, que nos ayuda a estimular la respuesta inmunitaria.

¿Qué cepas encontramos en la kombucha?

Hay que tener en cuenta que no todas las kombuchas van a tener de forma exacta las mismas cepas, aunque existen unas cuantas que suelen ser más o menos habituales como:

• Saccharomyces
• Acetobacter
• Brettanomyces
• Gluconacetobacter kombuchae
• Zygosaccharomyces kombuchaensis

Kombucha Isotonic (agua de mar)

Cada vez hay más marcas en el mercado. Al principio parecía tarea fácil escoger una, pero decidirse entre todas las opciones puede llegar a ser complicado si no sabes en qué debes fijarte.

Como consejos básicos es importante que compres una kombucha sin pasteurizar, ya que así mantendrá su efecto probiótico, y que te fijes en la cantidad de azúcar que lleva. 

En muchas ocasiones, añaden azúcar o edulcorantes extra para que esta tenga un sabor más dulce. Así que asegúrate que, en la etiqueta, en el espacio de los azúcares no indique más de 2 g de azúcar por cada 100 ml.

Además, también es importante que no contenga gas añadido, ya que así será más digestiva y no nos hinchará la barriga.

En Como Como Foods hemos optado por ofreceros la que, para nosotros y según los criterios de salud, más estrictos es la más saludable del mercado. 

La Kombucha Isotonic, además de llevar ingredientes de primera calidad y ecológicos, es una kombucha sin pasteurizar y además tampoco ha sido filtrada. 

Dentro de sus ingredientes cuenta con agua, azúcar de caña, té verde de la variedad Lung Ching, agua de mar de Formentera, zumo de limón e infusión de hierba de limón de producción ecológica. 

Además de los beneficios propios de la kombucha, se le suma que lleva agua de mar, por lo que contiene todos los elementos de la tabla periódica, y se trata de una kombucha ideal para rehidratarse y ayudar a la recuperación remineralizando el organismo.

¿Con qué combina Isotonic?

Esta kombucha, además de ser ideal para después de un entreno intenso, también combina a la perfección con un aperitivo saludable. Prepara un aperitivo con boquerones, aceitunas, pepinillos en vinagre y unos crackers con olivada o paté de hígado y acompáñalo de un vaso de kombucha con una rodajita de limón y mucho hielo.

¿Quién puede tomar kombucha?

Aunque la kombucha es una bebida supersaludable, existen una serie de situaciones en las que no se debería consumir o habría que ir con cuidado.

• En caso de sufrir SIBO o problemas digestivos: es cierto que algunas personas que padecen SIBO o tienen problemas digestivos toleran bien ciertas cantidades de kombucha, pero lo recomendado sería primero solucionar la disbiosis intestinal. En cualquier caso, se debería individualizar.
• Embarazo o madres lactantes: al ser una bebida no pasteurizada, durante estos períodos de la vida se recomienda no consumirla. Además, la bebida contiene algo de teína y alcohol (en muy poca cantidad), así que en este aspecto tampoco sería recomendable.
• Niños: en dosis pequeñas puede ser aceptable, pero los niños tienen un sistema inmunitario en continuo desarrollo, así que no recomendamos que consuman kombucha en grandes dosis. Además, puede contener teína y alcohol.
• Celiaquía: en caso de padecer celiaquía, es imprescindible optar por una kombucha que contenga el sello apropiado donde se indique que el producto está libre de gluten y de cualquier tipo de traza.

• Candidiasis: el caso de la candidiasis es bastante complejo, así que en cualquier caso será imprescindible consultarlo con el profesional de la salud que te lleve.