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¿Cuándo tomar suplementos?

¿Cuándo tomar suplementos?

El término “complemento dietético” hace referencia a aquellas sustancias que se pueden incorporar en el día a día para añadir distintos nutrientes a la dieta o reducir el riesgo a desarrollar ciertos problemas de salud. Los suplementos pueden contener vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas y hierbas, entre otras cosas.

Los suplementos se pueden adquirir sin receta médica y cabe tener en cuenta que no están destinados a diagnosticar o curar enfermedades. 

Otro aspecto que debemos tener presente es que los suplementos no se someten a los estrictos requisitos a los que se someten los medicamentos. Aquí cobra especial importancia el hecho de comprar suplementos de calidad que nos den confianza y nos aseguren que la composición es la que se marca en la etiqueta (existe mucho fraude en el mundo de la suplementación).

Por otro lado, nos podemos plantear qué necesidad tenemos de tomar suplementos si nos encontramos bien. 

Es cierto que mediante la alimentación deberíamos llegar a cubrir nuestras necesidades diarias recomendadas de cualquier nutriente. El problema es que cada vez es más habitual encontrarnos con que las tierras donde se cultivan los alimentos son bajas en nutrientes, que los animales reciben alimentos muy poco saludables o que los mares están cada vez más contaminados. 


Por esta razón, puede ser interesante incorporar ciertos suplementos para tener un extra de nutrientes y llegar a cubrir nuestras necesidades diarias.

¿En qué formas encontramos los suplementos?

Gracias a la innovación y a los avances en tecnología, los consumidores cada vez tienen acceso a mayor variedad de formatos, aunque los más habituales son:

  • Tabletas
  • Cápsulas
  • Bebidas o geles
  • Pastillas de goma
  • Masticables 
  • Extractos
  • Polvo
  • Etc.

Suplementos en polvo: nuestro formato favorito

Aunque no es posible conseguir este formato con todos los suplementos, si nos tenemos que decantar por uno es el polvo. Y la razón es muy sencilla. 

Cuando consumimos suplementos en polvo prescindimos de los excipientes. No es que todos los excipientes sean malos per se y, en general, vienen en cantidades muy bajas. El problema es que si tomamos distintos suplementos existe el factor acumulativo. Y como algunos excipientes no son del todo recomendables, si los podemos evitar, mejor que mejor.

¿Qué tipo de suplementos existen?

Si hablamos de tipos de suplementos, realmente la clasificación podría ser prácticamente infinita. 

Encontramos suplementos destinados a todo tipo de patologías, los que dan apoyo al sistema inmune, a la salud cerebral, suplementos específicos para el corazón, problemas digestivos, cambios hormonales, salud infantil, suplementos para mejorar el descanso, salud masculina, etc. 

Ser longevos manteniendo la salud es algo que todos deseamos. Por eso, en este artículo nos queremos focalizar en aquellos suplementos que consideramos que pueden ser útiles para personas sin patología que quieran darle un empujón extra a su salud:

Nuestros suplementos básicos

  • Omega-3: El omega-3 es un ácido graso esencial que encontramos en animales marinos. Estos ácidos grasos son esenciales para el funcionamiento de nuestro organismo y además tienen un gran poder antiinflamatorio, ayudan a reducir el estrés oxidativo, equilibran la ratio con el omega-6 y nos ayudan a tener una mejora cognitiva y de la piel. Idealmente, se debería consumir por la noche.
  • Magnesio: Un mineral imprescindible para el organismo. Realmente los alimentos cultivados deberían ser ricos en magnesio, el problema es que las tierras donde estos se cultivan cada vez son más pobres en minerales y por eso es fácil que tengamos déficit. El magnesio nos ayuda en la contracción y relajación muscular y regula nuestro sistema nervioso. Unos niveles bajos de este mineral se relacionan con accidentes cardiovasculares. Idealmente, se debería consumir repartido entre la mañana y la noche.
     
  • Vitamina D: En los últimos años se ha visto el impacto y la importancia que tiene la vitamina D para nuestra salud. Gran parte de la población presenta déficit, así que recomendamos consumirla especialmente en las temporadas de menor exposición al sol. Es muy antiinflamatoria y especialmente importante para la salud hormonal femenina, la salud ósea, el sistema inmunitario y un buen estado de la mucosa digestiva. Idealmente, se debería consumir por la mañana.
  • Colágeno: El colágeno es la proteína estructural principal de nuestro cuerpo. Da fuerza y elasticidad a nuestra piel, mejora el estado de nuestros órganos, huesos, vasos sanguíneos, puede disminuir el dolor articular, aumentar ligeramente la masa muscular, mejorar la salud de cabello y uñas y mejorar la permeabilidad intestinal. Se puede tomar con la comida en cualquier momento del día.
  • Glicina: La glicina es un aminoácido y se considera un aminoácido no esencial. El problema, de nuevo, tiene que ver con el tipo de alimentación que llevamos, muy rica en músculo del animal y pobre en órganos, piel y otras partes. La glicina desempeña un papel esencial en la formación de las proteínas de nuestro organismo, actúa como neurotransmisor, mantiene la salud de los músculos, tejidos y huesos y nos ayuda a mejorar la calidad de nuestro sueño y a equilibrar la ratio con la metionina. Se puede consumir con café o agua a lo largo del día.
  • Proteína en polvo: Llegar a los niveles de proteína diaria recomendada resulta complicado para algunas personas. Y es algo muy importante para mantener la salud de nuestros tejidos. Incluir algún complemento de proteína en polvo nos puede ayudar a favorecer el aumento y mantenimiento de la masa muscular y también a contribuir a la salud ósea en condiciones normales.
  • Vitamina C: Esta vitamina la encontramos en frutas y verduras. Es necesaria para la comunicación entre el intestino y el sistema inmune y además nos ayuda a mejorar la síntesis endógena de colágeno. Puedes tomarla a lo largo del día cuando prefieras, aunque es recomendable no hacerlo después de hacer deporte. También cabe tener en cuenta que es dosis dependiente, así que se recomienda empezar con dosis bajas e ir elevándolas hasta encontrar la que se adapte a tus necesidades.

¿Cómo tomar los suplementos?

La dosis recomendada en cada caso dependerá de la situación particular de cada persona. Aunque existen unas posologías recomendadas, que son las que suelen indicar en la etiqueta de cada complemento, realmente a veces las necesidades de la persona son más elevadas. Por eso es importante que sea un profesional de la salud quien te lo indique.

Por otro lado, cabe decir que tomar suplementación sin estar cuidando otros aspectos de la vida no tiene ningún tipo de sentido. 

Lo primero que debemos hacer todos es ocuparnos de llevar una alimentación saludable, realizar ejercicio físico, controlar nuestras emociones y todo lo que esté en nuestra mano para mejorar nuestra salud en general. Y después siempre podemos añadir los suplementos para darnos un empujón extra.

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